Un ejemplo a seguir 2

e  Por: Justin André Higueros Pérez

Santa Rosa de Lima


Anteriormente, les hable sobre San Pedro Claver, ahora quiero presentarle al lector la historia de Santa Rosa de Lima, un ejemplo más el cuál, debemos seguir.

Para empezar, quiero mencionar que Santa Rosa de Lima fue la primera santa americana, para ser más exactos, ella se convirtió en la patrona de América Latina, ella nació en Lima, en el año de 1568. Ella desde bastante pequeña, mostraba tener un gran afecto hacia Jesucristo, ella quería consagrarse a Jesús como religiosa, pero, Dios le mostró que en realidad su misión iba a ser otra, para ser más exactos, la de ayudar a su familia en el trabajo, y ella cabe decir que no puso ningún pero, más bien aceptó sin dudar lo que el Señor le había mandado.

Ella imitaba los pasos de Santa Catalina de Siena, por ello, cuando tenía 20 años se hizo terciaria dominica, ya después siguió como seglar, pero aún así ella tenía la espiritualidad de los dominicos.

Ella iba muy a menudo a una pequeña cabaña la cuál estaba ubicada en el huerto de sus padres, y ella iba a meditar, ya que ella llevaba una muy intensa vida de oración y de penitencia, pero en sí esto no la alejó para nada de sus deberes y obligaciones, de hecho más bien lo que hacía es que todo el cansancio y esfuerzo que ella realizaba en su día a día, lo dedicaba como una oración y sacrificio, esto nos afirma una vez más de que no hay excusas, no vale decir que el hecho de servirle al Señor va a hacer que te desligues de tus obligaciones, esas solo son excusas de gente vaga.



Ella se dedicaba a ayudar a las personas pobres, a los que vagaban por las calles de Lima, ayudaba a los enfermos que ella se encontraba, a los niños que de hecho, les enseñaba catecismo y también les enseñaba música. Realmente ella ayudaba a todo aquel que lo necesitara, ya que en realidad, ella en cada una de estar personas, veía a Jesús.

Por estas acciones, mucha gente la cuestionaba e incluso llegaban a despreciarla, siendo que lo único que ella hacía es ayudar a las personas que la necesitaban, pero seamos sinceros, personas así siempre van a haber, invito al lector de este articulo a no tomar en cuenta a estas personas.

Santa Rosa de Lima murió a los 31 años, teniendo una fama de santidad y amabilidad, que de hecho hasta día de hoy, sigue vigente. Hoy invito a que sigamos su ejemplo, veamos a Cristo en cada una de las personas desamparadas, en las personas enfermas, necesitadas, y ofrece tu ayuda a cada uno de ellos, así como una vez, Santa Rosa de Lima lo hizo.

Aquí dejo un video para que el lector pueda ver más detalladamente la vida de Santa Rosa de Lima.





Comentarios

  1. Allan Sicaja: Muy buen tema, con toda está información esperamos aprender más cada día.

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